Un monte pequeño, pero grande para mí. Por su significado y. por su cercanía, física y mental. Esta vez lo subo con mi nieta Izadi de 4 años, con la máquina de fotos, con la carretilla y con la motosierra.
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El sábado 2 de marzo, tras la gran nevada |
Es fácil adivinar el objetivo. Enseñar, retratar, cortar y bajar leña y piedras. En la cima hay ramas rotas y pequeños robles carrascos, ya marcados por el guarda, que estorban y roban sabia y luz a sus vecinos. La nena, a pesar de darse una caída de espectacular voltereta en el inicio casi vertical del descenso, llegará sóla hasta el fuego bajo de la Venta con su palo de apoyo y su rama seca de pino para quemar. ¡Así también era yo de duro con su edad!
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La Venta se calienta con leña sobrante que nos regala aquí la naturaleza |
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El Ungino, desde Sierra Salbada hoy nevada, parece el vigía perpetuo de Aiara |
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Robles en la cima del Kontxamendi y Pico de Aro y Puerto Angulo al fonfo |
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