jueves, 1 de agosto de 2013

VALLEJO DE ORBO, PUEBLO MINERO

Una vez más, esta madrugada he salido hacia Golobar. Y en 36 minutos he subido al Valdecebollas
Con Dani en la cima del Valdecebollas esta mañana de calor y mucho viento arriba
(2139) con la compañía de Dani, el atleta burgalés de 25 años que hoy ha encontrado un hueco en su trabajo para coger su moto y venir tras salir de su turno. Y desde Arroyal-Burgos, casi de noche... tiene mérito.

Pero hoy, aquí voy a escribir sobre un pueblo minero...

Vallejo de Orbó es una localidad del municipio de Brañosera en la provincia de Palencia y en la comunidad autónoma de Castilla y León, de España.

Está estrechamente ligado al pueblo de Orbó por su cercanía geográfica e histórica. De él ha heredado su apellido. Según autores como Fernández Marcos es de raíz prerromana y emparentado con los topónimos vascos Orba, Orbáiz y Orbea; su significado sería "vacío". Autores como Gordaliza y Canal prefieren la interpretación ibérica, urbago significaría "el lugar del hayedo del río".

Nació como colonia minera de las minas de Orbó. Tuvo un gran desarrollo en la época en que éstas eran explotadas por la Carbonera Española, acabando de edificarse en 1920. A partir de 1954 se instituyó como pueblo lo que hasta entonces era un barrio de Orbó y pasó a llamarse Vallejo de Orbó.

Aida Suances me ha cedido un amplísimo reportaje fotográfico de  Vallejo de Orbo. Me va a ser muy difícil sintetizar para no aburrir y conseguir eficacia en su variedad, máxime considerando que todas son excelentes y dignas de pasar a la historia.


Y en Vallejo nieva... y ya hace mucho tiempo que no queda carbón gratis para calentar los hogares.

Y en el regreso de éste, que sigue caluroso día, visito al Tío Gelín y a la Tía Mercedes, que desde el vestíbulo de su otrora modesta vivienda corrida minera, me reconocen de inmediato.  Hoy tienen en ella todas las comodidades "del pueblo" y vienen de León siempre  que el tiempo, los hijos y los médicos se lo permiten. Ayer Eon les colocó el contador de luz inteligente... y ya se les salta el automático ¡Cosas de la modernidad! Pero sigue pasando por la puerta una vecina gitana del barrio con ristras de ajos de Alar... a 3 Euros el kilo.

Nunca dejo de pasar a saludar al Tío Chuchi, tan negro como el carbón, tan flaco como los Suances deportistas. Y está trabajando en la huerta. Pero hoy no está cómodo. Su paseo montañero ha sido más corto. Una costilla le está maltratando. Verano e invierno, frío y más frío... aquí sigue aquel minero que durante varios años  era además el "operador" del Cine Ideal. ¡Hombre de la minería!
La huerta y el Tío Chuchi viven juntos en Vallejo de Orbó