viernes, 26 de septiembre de 2014

CIRCUITO VISTAHERMOSA - SAN ANTONIO en Sierra de Irta


Despido mis vacaciones estivales en Peñíscola con una nueva mañanera por la Sierra de Irta. Esta vez, la excepcional compañía me ha animado a hacer esta nueva entrada, que dedico y animo de manera muy especial a tantas personas mayores que pasan el verano por este Mediterráneo de más maravillas naturales que la arena y el mar. 

Cuando en bicicleta me acerco a la Urbanización Nerea a las 8,05 h.am., adelanto a un señor mayor con mochila. Intuyo que tiene que ser montañero. Me doy la vuelta y me coloco a pie a su izquierda.
-Buenos días. ¿Va a San Antonio?... Usted y yo ya nos conocemos... Desde hace 10 segundos, que le acabo de adelantar en bicicleta y saludar... (así de espontáneos y atrevidos son muchas veces los inicios de mis contactos).


A las 9 h. seguimos a pie desde el inicio de la PR 194 V1
Al poco de salir, esta pared nos "esconde" una cueva habitada hace años.
La cueva tiene un espacio habitable por altura de más de 60 m2.

Después de confirmarme que es montañero y de Zaragoza y que ayer cumplió 73 años, le convenzo para subir por la difícil senda de Vistahermosa para bajar por la ermita de San Antonio.

El camino es pedregoso e incómodo, llano primero, en cuesta después, pero siempre difícil al menos hasta pasar  el Corral de Baltasar.

Pozos que tuvieron  agua... no se han cuidado.
A las 9,43 h. dejamos atrás el Corral de Baltasar, el último recinto de la sierra utilizado en la trashumancia con ovejas.

Hoy voy a cargar el contenido más con fotos que con texto. Porque a los lectores que pretendo animar, creo que les va a interesar menos nuestra vivencia de más de cinco horas que los retratos y su explicación al pie.

Toda la Sierra de Irta fue primero señalizada con estos originales indicadores de diseño y hormigón...
... para posteriormente hacerlo con estos más visibles de madera, que se restauran y/o añaden en todos los puntos de cruces de sendas.
Entre barrancos y montañas se han cometido errores y horrores en perjuicio de la naturaleza.
Al menos el Barranco de Boixar, por el que antaño subían a San Antonio los de Santa Magdalena de Pulpis, no ha llegado ningún "pelotazo" urbanístico.
No obstante, creo que es justo y elogioso escribir sólo un poco de lo mucho que me ha contado Paco Aznar. Oriundo de Ateca (Zaragoza), hizo la milicia en el Sahara Español, nunca sacó el carnet de conducir ni tiene coche, casado y tiene esposa y tres hijos y otro apartamento en Villanúa (Huesca), desde el que ha recorrido muchos montes de Pirineos.

El pozo cercano a Vistahermosa sólo tiene un poco de agua de la tormenta de estos días. Las vacas ya tampoco tienen bocado. Yo nunca las he llegado a ver por aquí.
En esta maravilla de pozo, aún con agua de la que bebo prudentemente un poco para comprobar mi inmunidad, consigo sacar la única foto con mi móvil con el programa de retardo de 10 segundos


De este pozo, ya conocido y visitado otras veces por mí, siempre me ha sorprendido la ingeniería hidráulica del pasado de la "presa" de su derecha para recoger el agua de lluvia y meterla al aljibe. También el pequeño bebedero del suelo (hoy lleno del agua de las recientes lluvias), que es de piedra y parece ya tener siglos, me gusta mucho.

Al final de la mañanera, este hombre me ha demostrado con palabras y con hechos que es un montañero hasta la médula.  Lleva 22 años viniendo a Peñiscola, a la urbanización Peñismar, y se ha pateado palmo a palmo toda esta sierra. Desde mi cama veo la entrada de su apartamento. Y me confirma tener hechos los dos testamentos vitales actualmente autorizados en su tierra, con previa consulta a sus hijos. Y  mucho más que me cuenta, con su carácter extrovertido, con la nobleza de que algunos presumen en su tierra y la sinceridad que yo le noto. ¡Gracias, montañero Paco, por haberme enseñado hoy una nueva lección en la montaña, en la pequeña montaña de la Sierra de Irta!
La ermita de San Antonio es sin duda el punto más conocido y vistado de la Sierra, máxime con la fiesta "urbanita" anual que promociona y "paga" el Ayuntamiento de Peñiscola, ni siquiera en el día del Santo. ¡Una pena que casi todos los peñiscolanos que la conocen han subido en vehículo! Dicen que es... la modernidad. Je,je.


Y como el agua es parte imprescindible de nuestra vida y nuestra naturaleza, no puedo olvidar retratar el pozo de la Ermita de San Antonio, con un agua tan saludable para los montañeros acostumbrados como de dudosa salubridad para los "urbanitas", a los que recomiendo abstenerse de probarla.

domingo, 14 de septiembre de 2014

LA PELOTARI (1941)

Hoy no escribo de monte, sino de una amiga, buena montañera de la década de los sesenta y algo más.

Ane Miren Barest, nacida en 1941 en Billabona (Euskalherrria) es de padre francés y abuela paterna alemana ("a esa no la pongas porque yo no la conocí"). Euskaldunzarra y guipuzcoana hasta el alma, con carácter para discutir mucho conmigo y ser amiga aunque no me hace mucho caso.

En el paseo mediterráneo de hoy me desvela nuevos detalles de sus años mozos en el frontón de su pueblo "que era escuela de pelota y se practicaban todas sus modalidades y convivía toda la juventud".

El Hernio (1078) ha sido el monte más visitado por La Pelotari.
De chavala, todos los días al frontón, donde era una de las mejores de la chicas y hasta competía con los chicos  "a lo que mejor andaba era a pelotamano".  Después, ya más moza, con la cuadrilla todos los  domingos al monte "casi siempre mañaneras a los montes de al lado, al Hernio al que más... pero también para todo el día al Gorbea, Aitzgorri, Txindoki... Eramos más amigos/as de los pastores... nos cambiábamos la comida. Ellos nos daban cordero con patatas, de las ovejas que se les mataban, que estaba de chuparse los dedos, y comían encantados nuestra comida"


Ane Miren y su hermano pequeño Miguel Angel en Billabona (Gipuzkoa) hacia 1945.

Después ha practicado la natación en Irún durante todo el año hasta hace bien poco. "Y la media hora de ejercicio en el gimnasio yo la cambiaba por la práctica en el frontón". Ahora muchos creemos que es la que mejor nada en la playa de Peñíscola de las que vemos casi todos los días, hasta los socorristas me han dicho estar sorprendidos. Me cuesta seguirla hasta la boya (150 metros) a donde va muchos días... y sólo puedo acompañarla  alguno excepcional para mí. Me  riñe cuando más "asfixiado" voy... "que braceas mal, que vas demasiado a la derecha..." y yo ni tengo fuerzas para contestarla y además a veces tiene razón.

Y no cuento nada de lo mucho que sabe y presume de los sanmarciales de Irún, de las aventuras en la frontera en aquellos años difíciles...  Mañana me va a cortar el pelo a tijera. Me tendrá a placer para cortarme una oreja... o un cacho de la lengua.

Ana Mari, Ane Miren, ama y amoña... para mí simplemente Ana, es una mujer fuerte y con carácter, con la que comparto muchos ratos extraordinarios. ¡Aurrera beti, Ana!