sábado, 30 de noviembre de 2019

LOS PUEBLOS SUMERGIDOS

Viernes, 29-11-19

Quintanilla de la Berzosa, Cenera, Frontada y Villanueva del Rio quedaron bajo el Embalse de Aguilar (1953-61). Siglos atrás hubo otros más ahí abajo. Esos los he recorrido cuando las aguas han bajado hasta el 6%. Y lo he contado en mis blogs. Su extraordinario románico se ha salvado en parte, por altura o traslado. Hoy vuelvo una vez más. Mi caminata y mis fotos se centran en cinco.

QUINTANILLA DE LA BERZOSA

Despoblado. Se salvó su iglesia de San Martín por estar alejada del pueblo y en alto. De origen románico, del que conserva la espadaña, pies y algunas arquivoltas  de la portada, que en su conjunto es gótica, junto a dos curiosos capiteles reutilizados como canecillos en el frontal de la portada. En su interior, muy remodelado en época gótica, capilla mayor con bóveda de crucería con terceletes. Visitable. Al sur y a sus pies, hay una necrópolis  alto medieval  de tumbas antropomorfas excavadas en la roca, por lo que pudo haber una iglesia rupestre.
Lo que  quedó en 1961 por encima de las aguas del Embalse de Aguilar, de Quintanilla de la Berzosa.

FRONTADA

Una pista de 2 kms. muy deteriorada para turismos, nos lleva a esta segunda (y no más) de las parroquias que se salvaron  de las aguas. San Andrés, cuya consagración data de 1143, fue conjunto templario. tuvo una capilla rupestre cercana con necrópolis. 
A principios del s. XII, en tiempos del rey Alfonso VIII, se mentaba al lugar con mismo nombre, pero en el XVIII, Fontada. El lugar del repecho del monte y fuente Adda pueden estar en sus significados.


FOLDADA

Aquí hay cinco casas abiertas todo el año, 11 personas, dos pintoras jóvenes, Isis y Maisa, que  hace poco
han dejado su obra pictórica en la pared del centenario lavadero.
Se acurrucada el caserío al amparo bajo su iglesia parroquial de El Salvador,  de estilo gótico cisterciense (s.XIV)  de doble espadaña y portada de arquivoltas, de una sola nave dividida en tres tramos cubiertas con bóveda de cañón apuntada.
Subo al campanario, conde enesus 1000 msnv me retrato con sus campanas y con el fondonevado de la Sierra del Valdecebollass (2144).


BARRIO DE  SAN PEDRO

Casi en la cabecera del Embalse, a 961 m.  Su buena parroquia San Andrés (s. XV/XVI), gótica, con algunos vestigios románicos de otra ermita de Santiago ya desaparecida, tiene su acceso por unas amplias arcadas del pórtico. Su planta es de dos naves con bóveda de crucería estrellada.  Y en ellas  hay varios retablos  barrocos s XVIII adornados con buena imageneria.
Barrio de San Pedro figura en el 'Becerro de las Behetrias  de Castilla'  como  "Barrio de Sant Pedro de Ordion". Era el nombre con el que se identificaba a la actual  Salinas de Pisuerga.
En el único mediodía soleado de esta semana, no encuentro ser humano ni en este ni el siguiente barrio.

BARRIO DE SANTA MARIA

A un km. de San Pedro y once de Aguilar. A los pies del monte La Ruya (1214 m.), cuyo homónimo arroyo  atraviesa el casco urbano  junto al Gorgoria y el Mendiego. Ese barrio es grande, con hechuras urbanísticas medievales. La ermita cercana de Santa Eulalia, parroquia en época medieval del desaparecido pueblo del mismo nombre, es una de las joyas del Románico Palentino.
La Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, deslumbra por su tamaño, mayor que algunas catedrales. Es Monumento Histórico Artístico. Origen de templo romanico, aunque la mayoría que hoy vemos es del s.XVI. Portada Renacentista de acceso y cabecera románica.
Hace varias décadas, finales del s. XX, este barrio  tomo fama por la modificación masiva de cigüeñas en su tránsito a invernar desde Centroeuropea.
En ninguno de los  cinco pueblos/barrios consigo ver sus iglesias por dentro, lo que me deja al menos otra visita posterior con más tiempo para el estudio del arte.









viernes, 22 de febrero de 2019

VALDECEBOLLAS (2144), PEÑA SESTIL (2065) Y PEÑA RUBIA (1934) CON NIEVE Y HIELO

VALDECEBOLLAS (2144), PEÑA SESTIL (2065) Y PEÑA RUBIA (1934)

"El viento gélido y muy fuerte, baja la temperatura y mantiene helada toda la cima "acebollada" del míitico Torreón de la Montaña Palentina. He llegado hasta los 2080 msnv y a tan solo 250 m. de la cima. La falta de crampones y piolet de hielo, me ha aconsejado regresar. Peña Sestil y Peña Rubia aún me han costadon otras dos horas hollarlos. Y, ladera abajo, entre piedras, escobas y neveros continuados, he llegado a las 17,30 h. al aparcamento de la antigua estación de esqui de Golobar, a unos 1500 msnv., donde sólo esperaba mi coche. La sensacion térmica en las cimas y el corte acuchillado entre ambas, oscilaba entre -5 y -10º" .(Facebook)






Tras las nieblas del amanecer, pronto el radiente sol muestra el azul perfecto en su inmenso entorno. Me basta con con el habitual café con leche casero para una larga y dura jornada en la montaña. En mi mochila, sólo unos guantes finos de lana, que no llegaré a sacar para usarlos,   una complementaria chamarra de  abrigo sin mangas y un botellín de 0,333 de agua con tres galletas de chocolate. Es como hacer una jornada de ayuno.




La zona a la que voy, la tengo super conocida y experimentada, tanto en las más congeladoras como  en las más asfixiantes jornadas.  Como Vivaldi, la conozco bien en las cuatro estaciones. Pero, los montañeros, al menos este montañero y aventurero, siempre cometenos algunos errores. No he calculado la boina o txapela de capa de nieve helada que se mantiene en la extensa cumbre acebollada de este gigante palentino. He debido meter en  la mochila los crampones y el piolet de hielo. En condicones no extremas, esta montaña  me resulta un agradable paseo de media mañana.




A las 10 h. llego a la antigua estación de esquí de Golobar. Siete patrullas de la Guardia Civil-Seprona, con unos 28 operarios, aceleran los todoterrenos del Estado por los hielos cercanos y la nieve ya acumulada desde el principio de la carretera que sigue hasta las ruinas del Refugio.  Al adelantarles, me cruzo con sólo dos de los más jóvenes que andan sobre la nieve hielo en una moto de nieve. Pronto, al tomar distancia, ya no les veré más ni oiré, porque a mi regreso al lugar, 17,30 h. ya han desaparecido hace rato.




Me alcanzan pronto dos montañeros sexagenarios de Reinosa,  a los que acompaño y compartimos un rato de charla. Con ellos y con tros dos más jovenes, de Santander, que vienen por detrás, nos juntamos en el collado, en la cota 2000. Hacia las 12,15 h. nos despedimos. Los dos jovenes son escaladores y van a ver la Cascada de Hielo, unos 300 metros de cota debajo de la cima en el NE.
Los dos veteranos no se atreven con la cima y marchan tras los escaladores.



A las 12,30, tras avanzar por la casi llana cordada, primero dos jóvenes con raqueta seguidos de otros dos a varios metros, me cruzan en su descenso. Saludos, preguntas de rigor, el de donde venis y cómo está para subir. No me desaniman, pero advierten que hay hielo hasta la cima, aunque a veces en superficie se vea un poco de nieve en polvo. Despedida y avanzo 50 metros muy lentamente. Probablemnet cota 2080 y unos 250 metros hasta la cima. No aprecio que apenas hayan roto el hielo, por lo que dudo que hayan avanzado más metros que yo. Desde el collado, en el que llevo más de media hora, no les he visto en  la cima. Y la presencia a esa distancia y con nieve es evidente.





Varias fotos desde la cota 2080 y me replanteo el regreso, con muchísimo cuidado en la zona helada.
Después llego el Peña Sestil, sin rastro de huellas. Y, por la ancha cordada, hasta los tres puntos altos del Peña Rubia. El viento es helador y ha hecho la separación de nieve y desnieve. Voy por la calva, donde el Eolo me congela  con una sensación térmica que puede alcanazar en rachas los -10º.



Las horas avanzan. A las 14,30 h. encuentro un pequeño respiro defendido por las rocas para comer las tres galletas y beberme medio botellín de agua.  No hay más alimento en mis 7,5 horas de gran esfuerzo ni en sus cercanas de aceramiento y llegada con el coche al destino final a las 18,15 h.



En Peña Rubia, a las 13 45 h., no está el objetivo cumplido. El descenso me va a resultar muy problemático. Si avanzo en descenso al S. me meto en una nieve muy desigual. Retorno al viento sin nieve, pero me alejo.  Al final me atrevo en casi vertical, con la vista directa al aparcamiento.  Hay mezcla de nieve dura y blanda, piedras y "escobas" (retama/cytisus scoparius) en todo el tramo, agujeros, ramas atravesadas, cananillos de agua bajo la nieve. Tardo una hora en un tramo que con buen tiempo y cogiendo la bajada buena, hubieran sido unos 20 minutos. Mi habilidad,  agilidad física y concentración mental, consiguen que no me haga ningún rasguño ni golpe con dolor. Ni siquiera el cansancio me gana la partida ni los músculos me traerán dolor alguno. No es bajada para recomendar. No es bajada  de gran peligro. La carretera y un coche de vigilancia de montes de Seprona se mantendrá a unos cientos de metros en la carretera algo cubierta de nieve y hielo. Y les supongo estar vigilando mi accidentado descenso con sus prismáticos. No nos cruzamos en mi llegada al asfalto, a más de un ciento de metros entre su vehiculo y el mio. La mojadura sólo es total de rodillas para abajo.



A las 18,15 h., cuando llego a comer a casa, mi compañera, que ha estado en  todo momento informada de mi ubicación y dificultades, invita  como anfitriona  a una merienda-reunión  a las amigas aguilarenses.




martes, 1 de enero de 2019

AÑONUEVO 2019 EN AMURRIO DESDE BABIO Y BURUBIO

AMURRIO Y AÑONUEVO DESDE EL BABIO (583) EL BURUBIO (533)
El 15.09.55 vine a pie los 11 kms. de Ozeka a Amurrio a empezar la Escuela y dormí mi primera noche en la entonces casa nueva familiar. Esta Nochevieja he vuelto a cenar y a dormir con mi actual familia completa en Ozekabarri, a la sombra del Babio y del Burubio. Al amanecer, la helada blanca no me priva de subir de nuevo a estos dos montes de mi adolescencia y mi máximo cariño. Suman muchas más de 100 las que me han recibido. Y quiero que sean muchas más las que vuelva.