domingo, 31 de agosto de 2014

PASEO CIRCULAR POR LA SIERRA DE IRTA

Junto  a Peñíscola, alineación montañosa con 573 m. de altura máxima y 15 kms. de fachada litoral al Mediterráneo. Ya he subido otros artículos. Al ser  la Ciudad del Antipapa Luna mi residencia vacacional habitual desde hace dos décadas, esta sierra constituye uno de mis  campos de entrenamiento montañero estival, por lo que ya no me queda ninguna senda de ella ni paraje o "monumento"  sin hollar. 

Tras sufrir mi cuerpo un desajuste  el lunes pasado, que me ha obligado a "drogarme" de cortisona, antibióticos y pastillas y una "cuarentena" de 21 días, esta última mañana agosteña me atrevo a un paseo de cinco horas en una prueba de duatlón. (15 kms. a pie por la montaña y 10 de acercamiento en bici).

Con una bicicleta Peugeot anterior a 1970 -una pieza de museo de anticuario- y muy poco más salgo al paseo de hoy. Ni m/fotos, ni mochila, ni llaves, ni bolsillos... Vuelvo con lo mismo más 25 kms. de deporte y menos unos cientos de gramos de masa corporal en mi ya pequeño pero atlético cuerpo. ¡No hace falta tanto... el poder está en la mente!






Tras el amanecer, cuando sorbo de pie el café con leche casero (único alimento de la mañana) en la pequeña terraza de mi apartamento peñiscolano, ya me saluda la madrugadora vecina guipuzcoana desde su chalet de enfrente... "¿Ya vas para Igeldo, P.? (Tenemos "batalla" a cuenta del último contratiempo que sufrí en el monte/parque/barrio/pueblo donostiarra en mi reciente 25º camino jacobeo).










Inicio la caminata circular en el punto P.I. del mapa, pasada la Urbanización Nerea. Voy a hacer la PR.V-194.1 hasta el Castillo de Pulpis (345) y regresar por la PR.V-194 por San Antonio (369).  La "variante de Vistahermosa" te lleva por el Corral de Baltasar, una balsa de agua y el alto de Vistahermosa (425). En días muy limpios he visto desde aquí todo el litoral de la sierra y las Islas Columbretes, además del delta del Ebro. Hoy la bruma tapaba a las islas.  Tras cruzarme  al principio con sólo un korrikolari joven vasco ya en su regreso, he seguido hasta al lado de la Mallada de la Rabosa (392) y bajado al Castillo de Pulpis.  Tres ciclistas benicarlandos cierran el total de los deportistas con que me veo en la montaña.





El folleto de Turismo Peñiscola suple hoy las fotos, por mi mínimo "equipaje" en el paseo. Ha sido la ruta PR.V194.1 y parte de la principal, la PR.V194, que sombreo en verde.


Al regreso por San Antonio, el lugar más conocido y visitado de la Sierra, un "invento" casero de bidón de plástico metido en su pozo, nos sirve a sus conocedores y atrevidos a echar un buen trago de agua al igual que lo hacían sus ermitaños quizás desde el siglo XII. Pero, como le he dicho a más de uno, no bebas si no estás mentalmente inmunizado, o sea, convencido de que no te va a hacer daño.  




Aunque sirva para poco, no puedo dejar de denunciar una vez más el terrorismo ecológico de la corporación peñiscolana en la Sierra de Irta, con su joven pero ya veterano y candado al sillón, alcalde pepero Martínez... y a otros sillones más altos y de más poder y corrupción. -¡De profundis choris, liberanos, Domine! -me sale innato de mi  antaña cultura/educación humanística, para evitar "tacos" peorsonantes. Y el amigo chistoso, que como yo está obligado por la crisis al veraneo en este país, me dice muy serio...  "P., que éste ya nos es el país de los chés, que ahora lo llaman fuera la comunidad de los chorizos". "Pues, on egin que son dos días" le contesto educado guardándome la mala leche por la pasta que me están y seguirán  robando... y tener que seguir tratándoles oficialmente de "sus señorías" (¡).




A las 14 h. ya estoy sentado a la mesa con amigos vascos y maños, degustando cordero lechal asado aragonés de Utebo, invitado por estos últimos. ¡Gracias, Rafa!