martes, 11 de septiembre de 2018

MASIA ABANDONADA Y AVIONETA ESTRELLADA

DIADA EN CATALUNYA... EN LA MONTAÑA
Castellón y Tarragona. Sin fronteras en la montaña. Reflexiones sobre lo antiguo y la tecnología en las alturas solitarias. Ruinas de la masía Castellar Vell y del avioneta que se estrelló al lado el 27.7.83. Horno y nevera. Cruz para el recuerdo.


Las masías están abandonadas. Una avioneta estrellada, cuyos restos siguen en la montaña más de 35 años después. Dos temas que a los pensadores nos hacen reflexionar.


 

Me dicen que está en terreno  castellonense. Eso no me parece lo principal, aunque tiene su importancia. El abandono me preocupa más. Un pesimista diría... "Nos estamos cargando el planeta".


Esta mañana de montaña ha sido algo diferente. Mis amigos benicarlandos, en su excursiones mañaneras, se topan o van a ellas, con muchas masías abandonadas. Para mi está claro... porque están todas abandonadas. Aún no me han enseñado una habitada y en su apogeo productivo.



No subimos por el camino a Castellar Vell -supongo que tras su abandono en la década de los sesenta, se ha borrado-, sino por una senda que  se abrió como vía más directa, sólo con maquinaria y elementos individuales. Me dicen que creen que hubo dos muertos en el trágico accidente. La cruz conmemorativa solo cita a "Bernardo 27-7-83"


La construcción que queda visible en la masía y su cercano entorno, la sitúa en sus inicios en mediados del siglo XIX (mampostería y algo de sillería), con diversos añadidos y reformas posteriores, muy normal en la época. En el estanque-aljibe de agua consta "1927". Los balcones, que dan al Este, en hierro de hacia 1950, perfectamente remachadas suS juntas, adornos e incrustaciones. Tengo similares en Amurio (EH). La construcción de muros para el aprovechamiento de las huertas más cercanas, es extraordinaria, por lo que están muy bien conservados. Y está perfecta la nevera. La encuentro y me introduzco en ella. Al Norte, como era lo normal, y cerca de la entrada "de servicio", casi tocante al horno. Perfecta construcción de piedra con  emparedamiento en laterales y techo, de un metro de alto, 0,50 de ancho y 8 m. de recorrido/profundidad. Entro a investigarlo con la mochila puesta y sin linterna en la frente. Me la tira un compañero. La mochila no me permite dar la vuelta. Tengo que salir en marcha atrás. Con 70 años, no tengo miedo ni a volar ni a meterme a las entrañas de la tierra. Llevo muchas décadas preparando al cuerpo y a la mente para ello.



Los cinco montañeros asistentes hacemos muchas reflexiones en voz alta. Yo, además, otras tantas sin voz, que dejo archivadas en mi cerebro particular. Almuerzo en La Senia, a donde regreso a la tarde en solitario. Investigo el campo de aviación donde en 1936 se entrenaba la Legión Cóndor, de la Alemania de Hitler, para posteriormente bombardear, destruir y masacrar Gernika y Durango... y por añadidura al Pueblo Vasco. Pero de esa criminal historia, hoy no voy a escribir más... por respeto a mi pueblo.







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