viernes, 17 de noviembre de 2017

BOSQUE FOSILIZADO Y NECROPOLIS DE SANTILLANA DE CORVIO (Pa)

En tres semanas vuelvo a "sumergirme" en las profundidades del Embalse de Aguilar, hoy más seco que nunca. Y para ello he venido desde 180 kms. al norte. Con el geólogo siempre en activo Avelino Molina González. Estudiar una vez más el "bosque" era su objetivo. Aprender de él, el mío. Y la mañana nos ha dado para mucho más: la necrópolis de ese pueblo ya desaparecido en 1255. Y de paso, nos hemos acercado hasta Cenera de Zalima, cuyos restos de la iglesia románica del s.XII, son tema actual en Aguilar para el pueblo y para "estudiosos" que nos preocupamos.

Como corresponde a un experto, cámara y mochila en ristre, decímetro de referencia y vara de avellano negro bien tallado y de 1,90 m. Y con toda su experiencia de 66 años en su mente. Ese es Avelino, hoy mi maestro. Y creo que maestro y alumno hemos disfrutado a tope, con el complemento de una mañana soleada y cálida. Y hasta del encuentro con cuatro personas muy conocidas y documentadas de Aguilar.

Algunos datos y fechas para situarnos El Embalse se llenó e inauguró en 1963. Cuatro pueblos habitados quedaron bajo las aguas, Cenera de Zalima, Villanueva del Río, Frontada y Quintanilla de la Berzosa. Del primero, 54 años después andan/andamos queriendo salvar lo que queda de su iglesia románica del s. XII. La del segundo corrió otra suerte: se desmontó y recolocó en Palencia capital. La de Chantada se libró por quedar fuera de las aguas, aunque ha sido muy reformada. Yo me quedo con la iglesia de Quintanilla de la Berzosa y con su necrópolis cercana, que por estar casi en el monte y lejana a la población, no ha tenido que ser "rescatada" ni apenas manipulada por los depredadores humanos.

El "bosque" se mantiene casi intacto, salvo los movimientos naturales, procesos de millones de años de la naturaleza... y alguna pequeñez (aún) de los humanos depredadores. Las numerosas fotos de hoy, quedarán para la historia y/o para algún museo, si las piden. 
La cifra de árboles fosilizados es de varias decenas. La visualización de los mismos, depende de los conocimientos, inquietud y el tiempo de reconocimiento que use cada visitante.

Pasamos a la Necrópolis. No está lejos. No es fácil dar cifras de sus enterramientos antropomorfos en la roca arenisca excava, de los habitantes, de la riqueza de la zona. Yo he llegado hasta saber que en 1255 ya no consta como población. Su desaparición pudo ser por alguna peste, pero también por un traslado a tierras más fértiles. La existencia de mucha tejería, de tumbas de niños, de cerámica muy quemada, tampoco es concluyente.
Las tumbas de los ricos mantienen lápidas encimeras de una sola pieza, de enorme peso, sacadas de allí mismo por los canteros de la roca arenisca. Las de los no pudientes, se  cubrían con tejas curvas, la antiquísima teja conocida como árabe, muy probablemente  cocida en la misma zona o muy cerca.

Distanciada de la Necrópolis y cerca de Cenera, hay constancia de dos ermitas. Junto al previsible lugar de  una de ellas, encontré esta tumba el pasado día 28 de octubre, en mi visita de inspección en solitario a la zona.
Un matrimonio, muy conocido en Aguilar por regentar una céntrica cafetería, nos ha precedido en la visita. La pequeña charla, como la posterior con otras dos "mozas" y profesionales del periodismo en la zona, es muy positiva.
 
Predecesores de mi visita, han sabido conservar  valiosa pieza en su estado oculto por las aguas... y oculta la volvemos a dejar.

Con el buen tiempo, la entretenida y estudiosa charla y las horas que nos quedan en la mañana, me es fácil convencer a mi amigo de que debemos llegar hasta Cenera. El lo tiene trillado de visitas y fotos en este loco mes de sequía y acontecimientos para estas ruinas. Pero yo tengo la "espina clavada" de no haber podido llegar en mi anterior intento del sábado 28 de octubre, en el que me hundí en el lodo a 100 metros del "pueblo" y de su iglesia. El embalse sigue bajando. Yo estimo que en 20 días su nivel ha descendido metro y medio. La "carretera" que como mal necesario ha hecho la Confederación a partir del pasado lunes 6, para sacar los capiteles y columnas románicas, nos facilita el paseo por el pueblo tragado por las aguas.
 
 

Mi reportaje de fotos es muy amplio. Me parece suficiente con estas muestras. La "red" tiene amplísima información para el que quiera documentarse. Y, si no llueve de fundamento, quedan días para seguir visitándolo. Porque las cimas blancas de mis "amigos" Curavacas y Espiguete, poca agua van a suministrar a este  "charco". Veo  tan poca nieve, que igual mañana me acerco de nuevo hasta la cima del Valdecebollas (2142).

Pillo a mi amigo geólogo Avelino, contemplando, disfrutando y estudiando la iglesia y el pueblo desde esta "alturita".. Va para él mi agradecimiento... y mi "envidia" a Aguilar de Campóo por tener  a un tío tan cualificado, comunicador y estudioso entre sus habitantes de todo el año. Otros, sólo lo hacemos de paso.
 

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