viernes, 22 de junio de 2018

RIU CERVOL ARRIBA, BARRANCO DE LA BARCELLA Y COVA FUMERAL

La expedición de hoy, por piedras castellonenses cercanas a Rosell, la formamos tres catalanes, un valenciano y un vasco. "Riu Cervol-Mas de La Viuda-Barranc de la Barcella-Cova Fumarral" la sube a facebook Jose Manuel Maura Quer en su ya extenso album de fotos. Ni el calor de más 30º, ni la sequía desgarradora, ni los 328 años y más de 400 kilos que sumamos, nos impiden subir por la casi escarpada vertical e introducirnos en la Cova antaño habitada al menos por los agricultores de los cultivos enclavados en la ladera verticalizada.
 
 
De 6,30 a 13,30 h. y al mediodía un largo baño nadando (continuando con otro deporte muy completo) en el Mediterráneo de Peñíscola. Y por la tarde bicicleta, para completar mi triatlón que estos días practico con frecuencia. "Como estás tan en forma, Patxi"? Tomar nota. Tengo 70 años... lo dice mi DNI.

 
La caminata sobre piedras, hoy no ha sido de las más agradables. Ni una gota de agua por el pedregoso Riu Cervol, lo mismo que por su afluente La Barcella. Buscando con mi mirada restos fosilizados en los recovecos caprichosos que la naturaleza dibuja en su milenaria vida. Cuatro horas andando en la socarral sequía. 11 kilómetros y 340 msnm de nivel medio, han marcado los modernos "contadores". Yo no he podido con las dos cervezas por barba que han bebido mis compañeros, un litro de agua me ha venido mejor. No conocía a dos de ellos, uno de los cuales marcha la semana próxima a Kenia. José Manuel (66), Javier (66), Moisés (65) y Camilo (61), me han aguantado bien... el ritmo y la verborrea. 

 
No es fácil hacer un análisis  con certidumbre de una cueva en tan solo 30 minutos, que hemos permanecido en y junto a ella, con la sesión de fotos y el engullir de los bocatas junto a su  entrada,  incluidos. Tampoco tengo los masters ni estudios académicos que otorgan más credibilidad a mi opinión. Pero, como polifacético, mundólogo y extrovertido comunicador, me atrevo a opinar unos datos sobre ella...

 

 
Colgada en la pared cárstica, tres orificios naturales en sus parte interior alta, irregular escarpado techo, que han ejercido de chimenea, un cuarto orificio en lado sur, ovalado a ras de suelo actual de unos 5 m. de alto por 2 de ancho, parece obra del ser humano, para  su único acceso. Lo confirman el diferente color de la roca que la rodea y los peldaños de piedra exteriores puestos por nuestros antepasados en tiempos pretéritos. Su forma interior ovoide desigual, de unos 40x30 m. en suelo y una altura de otros 10/15 m. le dan un espacio y protección de fieras, salida de humos, etc. para  varias decenas de personas en un apuro. El suelo casi plano es de tierra sedimentada en miles de años y está enmoquetado por la capa del estiércol que han dejado, en parte muy reciente, las cabras. No hay humedades, ni síntomas de recientes ni pasadas. La abundancia del color negro en más de un tercio de sus paredes se debe al fuego que ha soportado, en mi opinión muchas decenas de años. La posibilidad de pinturas rupestres debajo del mismo, yo no la descartaría. No se percibe ningún olor especial, dada su amplia ventilación.

 
 

 
El resto de la excusión montañera ya carece de interés, salvo una amplia caseta abierta, mas que bicentenaria,  de las de piedra seca, que aún conserva dentro algunos utensilios del molido de las olivas.

 

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