jueves, 26 de abril de 2018

VALDECEBOLLAS NEVADO (2142)

Objetivo conseguido. Hoy la Sierra ha sido para mi solito. Sol, nieve, hielo... y un venado ha corrido ante mi presencia. Ya he perdido la cuenta de las ascensiones a este clásico palentino, en todas las estaciones, más veces sólo que acompañado. Lo he disfrutado a tope. Hay fotos y videos para un reportaje amplio. Lo subiré a mi blog anetismo.blogspot.com/, donde perpetúo mis "historias" seleccionadas en la montaña y con sus gentes.







Cuatro meses del 2018 y otros tantos intentos y viajes a la Montaña Palentina.  Fuertres nevadas, temperaturas bajas, hielo... subidas de temperaturas que han favorecido los aludes... En enero he conseguido subir hasta los 1650 m. de Golobar, pero con riesgo y dificultad.
 


El 26 de marzo mi aventura, también de montaña y con nieve, fue hacer el Camino Castellano Lebanoiego en una jornada. De Cervera de Pisuerga a Potes, de 8,50 h. a 22,30 h. fue muy largo, más que duro y peligroso. Todo asfalto, casi todo nieve, tambien hubo agua y nocturnidad en los 56 kms. de esa etapa, pasando por el Puerrto nevado de Piedras Luengas (1355). http://loscaminosdeperbat.blogspot.com.es/2018/03/37-camino-castellano-liebana.html






Hoy el anuncio meteorológico no era bueno, pero se me iban las oportunidades de este invierno y primavera con la nieve a partir de 1600 metros. En principio he echado en falta los crampones. Claro que a las 9 de la mañana en Barruelo el mercurio marcaba 4 grados. Había helado.




Luego, el sol ha dominado la mañana, La peligrosidad del hielo ha descendido, en ocasiones driblando las enormes laderas de nieve. En la cima he disfrutado mucho. Me he entrtenido en varias decenas de fotogtafias y media docena de videos, tanto en cima como en ascenso y descenso. Escojo estas al azar, porque todas me gustan y parecen interesantes. He descendido atravesando sin miedo los grandes neveros. Mis rodillas en ningún momento han tocado el suelo ni la nieve. Como única "herramienta", un bastón de avellano de mii cosecha y con mi marca "Per Bat".

 




Ha sido de esos dias que me hubiera quedado una hora en la cima. Pero el reloj y otros copmpromisos también mandan. La visita en Vallejo a Txutxi Suances, para mi ya es parte de esta excursión clásica. Se afanaba a sus 76 años en mimar una huerta y un cesped que los tiene siempre de exposición.



Hora y media de ascenso a pie y una hora de descenso. Lo demás lo ha hecho mi veterano Nissan, que está igual de fuerte que el amo. He echado en falta ver al menos algún montañero o sucedáneo por estas bellas montañas. Pero, a veces, los indígenas no aprecian la maravilla que tienen a la puerta de sus casas.


En tres meses de nevadas, ha vuelto la naturaleza a estar exuberante. El embalse de Aguilar, que he llegado a descenderlo en enero a su profundidades con sólo un 6%, ya casi llega al 74% de su capacidad (dato directo de Antonio Santiago, su Ingeniero Director y amigo y seguidor de mis aventuras) y subiendo. La naturaleza es más sabia que los mejores "adivinos" de dos patas, por mucho que presuman de "reyes de la naturaleza".  Como sé que la montaña sabe esperarme, volveré pronto a la Montaña Palentina, tan pronto como mi agenda, ya muy cocupada hasta octubre, me lo permita. 


 

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