Para subir a cualquier tresmil de Pirineos hay que estar preparado, equipado, estudiar bien sus posibles rutas y su meteorología y saber sufrir un poco. Centrando esta entrada sólo en lo primero, recomendar que en el montañismo, como en casi todo en la vida, hay que avanzar progresivamente. Me gusta el simil de las escaleras, que se deben subir de una en una.
Conozco buenos mendizales de todas las edades, cuerpos, oficios y clases sociales, culturas y religiones. El monte es de todos y para todos. Este septiembre, otras obligaciones no me están permitiendo disfrutarlo mucho. El mar también tiene derecho a que le haga un poco de caso. Disfruto del Mediterráneo sin abandonar el deporte sencillo. La natación y los paseos a pie y en bicicleta son esta vez la más fácil preparación para atacar de nuevo la próxima semana nuevas altas cimas en Pirineos en compañía de mi hijo, que ambos tenemos sin hollar. Espero contarlo aquí, como él lo hará en blogsdeia.zigoreando.com
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