jueves, 7 de junio de 2012

SIERRA DE IRTA (III) 28 Kms. (7.06.12)

La Lloma Grossa (425) y Vistahermosa (415)

A las siete de la mañana el sol ya entra desafiante en el apartamento. Anuncia calor y me hace madrugar para terminar hoy el desafío a la Sierra de Irta. Es difícil encontrar el inicio de la subida a Vistahermosa, a pesar de que un cartel a la salida de la urbanización Nerea lo dice claro. Es tan malo el pedregal iniciático que no es creíble. Por ello sigo errante con la bicicleta, que la dejo atada hoy a una valla de lo urbanizado sin terminar un kilómetro más adelante.

Subo primero a la ermita. Es una alegría encontrar en el ascenso a dos navarros de la Sacana, que aunque me privan de hacerlo a mi ritmo, la conversación y su vasta cultura me agradan hasta la despedida casi una hora después en San Antonio.
Ermita de San Antonio a las 10 de la mañana
Por la chimenea principal (s XIV ?) ya entraba este sol y claridad

Gerriko Otxoa y Ayala Garaizabal, dos navarros en San Antonio hoy
Los moros, en sus casi 800 años por estas tierras, dejaron bien puestas las piedras

Detrás de la ermita a la derecha, se inicia de nuevo una senda ascendente bien marcada,  es la continuación de la PR.V-194 que nos trae desde Nerea. A unos dos kms. a la derecha se abandona para tomar el antaño camino y hoy senda poco pisada a Santa Magdalena. Inicio la PR.V-194.1, que a su vez unos cientos de metros después vuelve a desviarme a la derecha para continuar por La Lloma Grossa (425) y Vistahermosa (415).

Ancho y pedregoso  era y es el camino a Santa Magdalena, pero hoy poco usado.
En la LLoma Grosa hay al menos dos pozos con un metro de agua de lluvia y restos de cabañas de pastoreo.

Desde el último desvío, la senda se hace puntiaguda en sus piedras del suelo y pinchante en los estrechos laterales, por lo que el pantalón de deporte corto de hoy es poco idóneo. El sol mañanero se ha tornado en raro nublado a media mañana que alivia el paseo, y de nuevo en bochorno al mediodía, pero hoy lo acabo en la ducha  a las 13,30 h. con la sensación de que no por más corto, haya sido menos duro que las dos etapas anteriores.

Por fin me he cruzado con un caminante en Irta, un francés de mis años que hacía la 194-1 en sentido contrario. A media hora del final, todavía a unos 180 m. de altura, el Corral de Baltasar, aún una gran arquitectura con altos muros de piedra aunque ya entre matorrales, nos dice  que ha sido utilizado hasta mediados del s. XX como encierro de los rebaños trashumantes de ovejas merinas que pasaban aquí los inviernos.

La montaña nunca se acaba. Siempre se encuentran nuevos "descubrimientos". Aunque con estas tres etapas he repetido, actualizado e incrementado un poco mi conocimiento de la Sierra, hoy descubro un nuevo camino a Santa Magdalena de Pulpis, que dejaré para hacer en otras fechas. 

2 comentarios:

  1. Hola per bat, nos has hecho el paseo muy agradable. Un placer haberte conocido. Esperamos volver a encontrarte pronto. Un abrazo.

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    1. Para un montañero, peregrino y aventurero solitario demasiadas veces, es una verdadera suerte encontrarse en la montaña gente como vosotros. Agur bero bat ta milla esker.

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