domingo, 20 de septiembre de 2015

SIERRA DEL MONTSIA (CEDRILLES 695)

Una nueva prueba montañera en mi  estancia junto al Mediterráneo, donde tengo que desplazarme a veces muchos kilómetros en vehículo para acercarme a la base de la montaña.



El Montsià es una comarca de una geografía tan variada que puede decirse que es una pequeña síntesis del continente: la costa bañada por el mar Mediterráneo, el paso del último tramo del río Ebro coronado por su Delta, la llanura que se extiende por el interior enmarcada por las sierras mediterráneas del Montsià y de Godall en la parte del litoral, y en el interior por las montañas de los Ports. Esta variedad geográfica natural se traduce también en riqueza cultural, social y gastronómica; recorriendo los distintos entornos de la comarca podemos descubrir pueblos que nos ofrecen paseos por calles pintorescas; visitas a monumentos, museos, centros de interpretación y restos arqueológicos, actividades deportivas, de ocio y descanso, artesanía y sabores muy variados con denominación de origen.





La altitud máxima de la Sierra, en su parte del litoral, es La Torreta de Montsiá de 764 msnv, que aún no he hollado. Pero quizás la cima más espectacular y visitada es La Foradada  (698) con su "ojo" gigante, que ya está en mi curriculum de montañero. (22.04.2010)












Hoy son 125 kms. desde Peñiscola (ida y vuelta) hasta Amposta, una de las bases de esta interesante Sierra. El acercamiento vehicular me ha costado hora y media, porque no he visto  indicaciones a la Sierra, tampoco personas a las que preguntar y la única que encuentro (81 años), casi me entretiene y enreda más. Con todo, a las 10,15 h. inicio la marcha a pie sin saber bien a qué cima voy a llegar.


En las fotos y sus textos dejo el reportaje montañero con los horarios  concretos. Los sentimientos y personas encontradas con quien he compartido van en un texto más amplio.







10,15 h. Primera foto del camino a pie tras carretera estrecha con muy deteriorado asfalto, que muestra a parte de la Sierra  por su cara oeste (por la que ascenderé por las sombras), con el Cedrilles detrás como punto más elevado.


10,25h, Aquí dejo el camino y las últimas ruinas de una casa para meterme en una encrucijada difícil de viejas fincas de naranjos. Es el turismo de las montañeras Roser y Angels.



11,13 h. Tras la senda difícil y serpenteante en ascenso, se llega a la primera "muralla", farallón que en algún punto permite esta vista.



 
11,15 h. Farallones de paredes cóncavas, que se pasa por debajo de ellas

11,28 h. Y la sorpresa de encontrar algún madroño, que supondrá mi único alimento sólido en la larga mañana.

11,30 h. Primera vista de la Delta del Ebro.

11,33 h. Farallones de piedra caliza y bosque variado. Al fondo arriba o detrás, el objetivo de hoy.

12,07 h. Calzado suficiente para esta montaña hoy... aunque unas botas ligeras que defiendan los tobillos es más aconsejable. 

12,12 h. Y desde arriba, muchas vistas, donde la Delta atrae de manera especial

12,20 h. Dos horas para subir a pie, relajado y disfrutando. Ni siquiera estoy seguro de que es el Cedrilles, a pesar de un mojón geodésico desde el que en programa de retardo me autosaco foto

14,15 h. A un kilómetro de la cima, esta manual señal de algún aficionado altruista puede confundir en un cruce de tres sendas, porque no está sujeta en el suelo sino que es movible. La retrato en el descenso, tras una prolongada estancia disfrutando en la cima.










Antes de iniciar la senda estrecha serpenteante, que me subirá por el cañón en sombra de la foto junto a farallones verticales y de bella hechura, ya bajan Roser (24) y Angels (22), dos  guapas deportistas de Amposta, que se desviven por explicarme la ruta de ascenso y la zona, que conocen muy bien.

Me entretengo sacando fotos, que el día y el paisaje lo merecen, y porque no es probable que repita este monte dada la extensión y posibilidades de esta Sierra del Montsiá. Llego a cima a las 12,15 h. que sólo los próximos montañeros que la alcanzan varios minutos después, me confirman que es la que supongo, por cierto nada señalizada y mínimamente documentada.

Cristian (29), Fani (27)  e Inma (15) son de Amposta y hablan catalán. Nos entendemos bien.  Me dejan charlar un buen rato con ellos. Extraordinarios. Se van hacia el lado norte de la montaña en leve descenso, quizás al Foradada (678) que hice en mi anterior ataque a esta Sierra.

En plena charla, llegan Antonio (57) y de Amposta también, y su compañera holandesa Annet (43) ... moltes gràcies!. Interesante y entretenido diálogo, con un repaso al alpinismo que él domina  y a bastante más... seguiremos en el ciberespacio... y quizás nos veamos en otras cimas.

Nos despedimos. Yo regreso por lo subido, dada su sugerencia para encontrar  bien mi coche. El y su compañera por el lado opuesto. Pocos minutos después, cuando rebobino mis ideas y mis prendas... he perdido las gafas! Corro para alcanzar a Antoni, por si las hubiera encontrado... vuelve, rastreamos la cima y me las localiza caídas en la grieta junto a la que me había sentado para la foto en el hito de la cumbre. ("Bajando del Posets también ayudé a un vasco encintándole las botas que acababa de romper"

El día soleado, las vistas de la Delta del Ebro y más, la naturaleza agreste han sido extraordinarios. Mi cuerpo ha respondido muy bien, aún sin agua ni bocado. Tenía dudas porque llevo el año 2015 con dos lesiones y otros dos esfuerzos grandes (mis Caminos 27 y 28). El encuentro con siete montañeros (cinco chicas y dos chicos - seis catalanes y una holandesa) nunca me había resultado tan agradable por haber compartido charla, rato y hasta coincidencias con todos ellos.

Llego a comer con mi compañera, que me espera,  a   las 16,15 h. Aún llevo en mi veterano Nissan a dos jóvenes  ingleses, melenudos barbudos y con guitarras y muchos trastos, que pretenden dar la vuelta a la Península Ibérica. Nada más verlos en la carretera, me recuerdan mis correrías en autostop (algunas contadas en mi blog Peregrino Bat) de 1965 a 1969.

Esta vez, dedico esta entrada, esta mañanera a las/los siete montañeros que me han ayudado  en el encuentro con ellos.  ¡Puedo dar fe de que la juventud va al monte... y de la buena gente con que te encuentras en la montaña!













1 comentario:

  1. Coincidència total, en la montaña te encuentras, muy a menudo con buena gente. Un placer conocerte. Hasta pronto. Antoni

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