domingo, 19 de octubre de 2014

VALDECEBOLLAS (2142), DESDE BRAÑOSERA RIO ARRIBA

El Valdecebollas, por méritos propios, va camino de entrar en la élite de los tres montes que más veces  he coronado en mi ya larga vida de más de 50 años de montañero. El bizkaino-alavés Gorbeia (1482) y el bizkaino Ganekogorta (999) van por delante.  Son como mis montes de paseo, entrenamiento y estudio. Sin apenas peligros ni dificultades, tienen tal variedad de recorridos, culturas, caminos y entorno, que nunca me consideraré más que un aprendiz de ellos.

Esta vez, repito el "paseo" que hiciera el 7 de agosto de 2011, subiendo río arriba desde Brañosera. Aquel día se disputaba la prueba nacional carrera de montaña "VII Torreón". No me inscribí, no competí. Con 63 años subí en menos de dos horas, entré en el puesto 19 del ciento de participantes. Hubiera entrado en su historia como el primer senior.
7.8.11-10,52 h. Han pasado tres años  y una estación. El recorrido y la naturaleza son los mismos.
Hoy, un soleado y caluroso domingo de otoño, empleo casi cuatro horas. El "paseo" busca otros fines, otras "sensaciones", que se dice ahora.  Las fotos y sus comentarios lo cuentan.
11,57 h. Una de las fuentes hoy visibles, del nacimiento del río Rubagón, a unos 1800 m. Más arriba, Peña Sestil (2006).

9,31 h. Dejo el coche a sólo unos metros de Brañosera pueblo.
9,36 h. Mi primer contacto con el río Rubagón.
9,41 h. Al ganado vacuno de montaña no inquieta mi presencia.
9,44 h. Por mi derecha o por mi izquierda, atravesándolo por puentes centenarios o por su propio cauce, conviviré casi tres horas con el río, llegando hasta sus nacimientos visibles, a unos 1800/1900 metros.
9,47 h. Hoy los urbanitas subimos andando y los nativos en modernos vehículos.
10,05 h. El otoño nos regala sus colores. Hayas, robles, acebos y tejos son los habitantes perennes en este entorno.
10,24 h. La naturaleza hace su selección. El lobo es carnívoro. Por aquí también vive una pareja de osos, que recientemente han tenido una cría.


 10,42 h. Hace tiempo que no llevo herramientas ni al monte ni al Camino. Hoy he calculado bien que el bastón me sería muy conveniente para cruzar el río con mayores garantías. ¡Y no me he caído!

 11,06 h. También consigo internarme y familiarizarme con el grupo caballar, sin alterar un ápice su comportamiento.



12,30 h. Al menos cuatro setales como éste y mayores me regala hoy la naturaleza con el más sorpresivo y exquisito alimento que he encontrado arriba en la montaña. Están entre 1800 y 1900 m., me pillan casualmente con una pequeña navaja, pero sin mochila ni la más mínima bolsa.  Arduo y largo es el trabajo para recogerlas, que en principio tengo que meter en la manga  de mi polo montañero... y en el descenso repartir con el montañero madrileño que en la cima me da una bolsa de plástico. A ambos, la cosecha nos llegará para regalar a familiares y amigos.

12,30 h. Al llegar a la pared que me sitúa en la cota 2000, los champiñones se me salen por el cuello.


A las 12,30 h., en el único paso pétreo un poco difícil, el que ya te sitúa en la cota 2000 y el final de la larga rampa inclinada, voceo a una pareja que diviso abajo. La espero y la acompaño hasta la cima. Son Paloma (48) y Alberto (50), matrimonio ya curtido, residentes y cualificados trabajadores en el Ayuntamiento de Madrid. Oriundos de San Quirce de Ojeda, es su primera ascensión al  "Torreón", como llaman los indígenas a esta cima que emerge de un circo glaciar de hace muchos millones de años.  Comparto con ellos casi un par de horas, algo más que el camino, la charla y unas fotos juntos.



13,20 h. Aunque cierro el reportaje fotográfico con esta autofoto con mi móvil al llegar a la cima, el descenso en las horas siguientes no ha tenido desperdicio. La "aventura" ha continuado, pero ya no procede contarla aquí. Ha sido una extraordinaria mañana en la montaña... aunque haya llegado a comer a las 16 h. y la compañera y los invitados empezaban a estar preocupados por mí. ¡En la montaña, como en la vida, a veces las circunstancias alteran los planes!


El pasado domingo, 12 de octubre de 2014, Brañosera ha celebrado  el 1.130 aniversario de su Carta Puebla (del 13.10.824), la primera conocida y documentada en España, por lo que presumen de lo que ahora llaman El Primer Ayuntamiento de España.

2 comentarios:

  1. Por qué la Montaña Palentina?

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    1. El lunes 2-08-65, con sólo 17 años, descubrí y visité la Catedral de Palencia, ya entonces apodada "la bella desconocida", en una aventura en autostop de más de 1.500 kms. y una semana. En 1973 volví a empezar a conocer el norte de Palencia, su románico y su montaña, sus gentes humildes.

      He viajado y aventureado durante más de 50 años. A sólo 200 kms. de "mi" pueblo vasco hay un "país" que merece ser descubierto. ¡Palencia, no cambies!

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