domingo, 14 de septiembre de 2014

LA PELOTARI (1941)

Hoy no escribo de monte, sino de una amiga, buena montañera de la década de los sesenta y algo más.

Ane Miren Barest, nacida en 1941 en Billabona (Euskalherrria) es de padre francés y abuela paterna alemana ("a esa no la pongas porque yo no la conocí"). Euskaldunzarra y guipuzcoana hasta el alma, con carácter para discutir mucho conmigo y ser amiga aunque no me hace mucho caso.

En el paseo mediterráneo de hoy me desvela nuevos detalles de sus años mozos en el frontón de su pueblo "que era escuela de pelota y se practicaban todas sus modalidades y convivía toda la juventud".

El Hernio (1078) ha sido el monte más visitado por La Pelotari.
De chavala, todos los días al frontón, donde era una de las mejores de la chicas y hasta competía con los chicos  "a lo que mejor andaba era a pelotamano".  Después, ya más moza, con la cuadrilla todos los  domingos al monte "casi siempre mañaneras a los montes de al lado, al Hernio al que más... pero también para todo el día al Gorbea, Aitzgorri, Txindoki... Eramos más amigos/as de los pastores... nos cambiábamos la comida. Ellos nos daban cordero con patatas, de las ovejas que se les mataban, que estaba de chuparse los dedos, y comían encantados nuestra comida"


Ane Miren y su hermano pequeño Miguel Angel en Billabona (Gipuzkoa) hacia 1945.

Después ha practicado la natación en Irún durante todo el año hasta hace bien poco. "Y la media hora de ejercicio en el gimnasio yo la cambiaba por la práctica en el frontón". Ahora muchos creemos que es la que mejor nada en la playa de Peñíscola de las que vemos casi todos los días, hasta los socorristas me han dicho estar sorprendidos. Me cuesta seguirla hasta la boya (150 metros) a donde va muchos días... y sólo puedo acompañarla  alguno excepcional para mí. Me  riñe cuando más "asfixiado" voy... "que braceas mal, que vas demasiado a la derecha..." y yo ni tengo fuerzas para contestarla y además a veces tiene razón.

Y no cuento nada de lo mucho que sabe y presume de los sanmarciales de Irún, de las aventuras en la frontera en aquellos años difíciles...  Mañana me va a cortar el pelo a tijera. Me tendrá a placer para cortarme una oreja... o un cacho de la lengua.

Ana Mari, Ane Miren, ama y amoña... para mí simplemente Ana, es una mujer fuerte y con carácter, con la que comparto muchos ratos extraordinarios. ¡Aurrera beti, Ana!

2 comentarios:

  1. Cuando esta mañana acabo de conseguir que Ana lea este artículo en su propio móvil, vuelvo a demostrar que querer es poder. Y lo digo por ella y por mí... y que la edad no es obstáculo para muchísimas posibilidades.

    ResponderEliminar
  2. Eskerrik asko, Per, para mí Patxiku beti.

    ResponderEliminar