Al párrafo inicial en negrilla, no hay mucho nuevo para comentar que no lo tenga ya repetido en otros artículos. Mi soledad de nuevo va conmigo, como tantas veces. Y, ante el fatal tiempo, ni siquiera veo a ninguno de mis hermanos animales, ni huellas. Hoy no he olido al lobo ni al oso.
Para el próximo viernes 23 ya sueño con otra aventura. Será en otro lugar, en La Arcadia. Para ello dependo de un sherpa indígena del sitio. A ver si las nieves le permiten llegar del nuevo país en el que ahora trabaja. Lo contaremos ambos.
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