CAMINANDO DESCALZO
Algunos reconocemos con frecuencia, en
público y en voz alta, que hemos nacido descalzos y desnudos. Y ni nos
ruboriza ni nos asusta, es más... a veces lo practicamos. Es una buena
terapia para desprendenos del "tengo" y centrarnos en el "soy", aunque
solo sea para un tiempo corto.
Hace casi tres lustros, iniciando otro de mis Caminos a Santiago, al poco de salir a pie de Roncesvalles,
saludé y adelanté a un peregrino austríaco de 48 años... empezaba su
Camino descalzo hasta Compostela, 750
kms. Desconozco su desenlace... pero archivé la idea en mi cerebro.
Creo que ya estoy preparado para hacerlo.
DESCALZO POR LA SIERRA DE IRTA.
Lo anticipé hace sólo cuatro días, el 26, tras llegar a esta Costa y Sierra, procedente de las montañas de Euskal Herria. Hoy ha sido la primera prueba larga y dura. Más de seis horas descalzo, con sólo las dos prendas de la foto y el móvil/m.fotos. Arena y acantilados, suelo urbano y asfalto quemante, camino de piedras pinchantes. Y ha llovido algunos ratos. Unos 27 kms. Veo posible atravesar descalzo los Montes de León camino de Compostela el próximo otoño.
Mi mensaje sigue siendo el mismo. Querer es poder. Así se lo ecribo a una de mis seguidoras, que me conoce desde mi edad veinteañera... "La
mente y la constancia son fuertes... y mi mayor poder, como el de todo
el que se lo proponga y sepa sufrir un poco, está ahí. ¡Probarlo... de
verdad!". Sólo un par de fotos más, aunque he sacado muchas, porque me servirán de estudio... y enseñanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario